Causas como el déficit nutricional o el estrés están detrás de la alopecia femenina frontal. A estos factores se suma desde hace unos meses uno nuevo de origen vírico y es que, tras la pandemia, empiezan a conocerse más casos que nunca de alopecia femenina frontal.
El empeoramiento de la salud capilar es uno de los diversos efectos colaterales del virus sobre el organismo, en muchos de los casos, provocado por el aumento de los niveles de estrés de la persona que se contagia durante el proceso sintomático y de recuperación.
¿Qué es la alopecia femenina frontal y por qué se produce?
La alopecia femenina frontal, si es del tipo fibrosa, además de conllevar la pérdida de cabello en la parte frontal y lateral del cuero cabelludo, también puede implicar la disminución de densidad en otras áreas, como las cejas, pestañas y otras partes del cuerpo. Este trastorno afecta principalmente a mujeres mayores de 50 años, aunque los hombres y las personas más jóvenes también pueden sufrirlo.
Aunque aún se desconoce la causa exacta de su aparición, diversas investigaciones apuntan a que podría tratarse de una reacción autoinmune, donde la genética o las hormonas desempeñan un papel clave.
Según apunta un estudio de la universidad de Oxford, se está investigando el relevante papel de los factores ambientales que contribuyen a la aparición de esta forma de alopecia frontal femenina.
De ahí la importancia de prestar atención a la nutrición, en concreto a las vitaminas (aunque hay que tener en cuenta que no absorbemos todas correctamente, ni están presentes en los alimentos en las cantidades adecuadas a causa del gran uso de pesticidas y las condiciones de cultivo actuales).
También se cree que las hormonas pueden ser parcialmente responsables, ya que generalmente afecta a las mujeres posmenopáusicas y puede ocurrir junto con la pérdida de cabello genética (también conocida como pérdida de cabello androgenética o de patrón femenino).
El sistema inmunológico del cuerpo se ve afectado, especialmente los linfocitos T, un tipo de glóbulo blanco. Los glóbulos blancos forman parte del sistema inmunológico del cuerpo y están involucrados en la lucha contra las infecciones. Cuando el cuerpo genera una respuesta inmunitaria, esto provoca inflamación, que finalmente destruye los folículos pilosos.
Síntomas de la alopecia femenina frontal
Además de la alopecia frontal femenina, que se nota al ver cómo gradualmente se va perdiendo densidad de cabello en esta zona, este trastorno suele acompañarse de la caída del pelo en los laterales del rostro, por la zona de las sienes.
La caída del cabello de cejas y pestañas termina de confirmar que se trata de un problema al que conviene hacer frente cuanto antes.
De todos los síntomas de la alopecia femenina frontal, el más evidente es que el pelo que cae, no vuelve a salir, al contrario de lo que sucede normalmente con los ciclos del cabello. Por lo que la distancia entre cada folículo activo y el siguiente cada vez se amplía más.
Importancia de detección temprana
La detección temprana de este trastorno resulta clave para atajar la cuestión de raíz. Un examen médico permitirá averiguar cuál es la causa subyacente y tratar de buscar remedio.
En ocasiones habrá que actuar para regular las hormonas, otras, se priorizará actuar sobre el nivel de inflamación del organismo. Hay que recordar que la inflamación es un proceso que suele ir unido al de envejecimiento celular. Según el diagnóstico, el especialista es quien indicará el proceso o tratamiento más adecuado a seguir.
¿La alopecia femenina frontal tiene cura?
Aunque no existe cura para la alopecia femenina frontal de tipo fibrosa, el tratamiento temprano puede ayudar a retrasar su progreso. Existen diferentes tratamientos para fortalecer el pelo y regenerarlo, aunque lo más efectivo es la prevención.
La citada investigación de la Universidad de Oxford informa que se pueden utilizar tratamientos tópicos para el cuero cabelludo, tales como cremas, lociones y geles. También se puede tratar con tabletas. Sin embargo, las tasas de éxito pueden ser muy variables en función de cada caso.
Desafortunadamente, no existe un único tratamiento efectivo comprobado y, a pesar de probar muchos tratamientos, algunas personas continúan notando la pérdida de cabello. Por ello, algunas personas optan por no recibir ningún tratamiento y deciden esperar para ver si la afección se detendrá por sí sola.
El trasplante de cabello puede ser una opción, solo una vez que la condición se haya mantenido estable durante varios años ya que, de lo contrario, también se perdería el pelo recién injertado.
Consejos para prevenir la alopecia femenina frontal
Existen tips que pueden resultar útiles para prevenir la alopecia femenina frontal y la caída y deterioro del cabello. Tienen que ver con:
- Dieta. La falta de nutrientes debilita el pelo y eso puede agravar aún más el problema que se está sufriendo, sea cual sea su origen. Si la alimentación no es saludable y faltan las vitaminas y minerales necesarios, la calidad del cabello se deteriorará y los problemas aumentarán de magnitud, acelerándose también.
- Hábitos. La falta de ejercicio, la exposición prolongada al sol sin protección, el consumo de alcohol y café sin moderación o el tabaquismo afectan negativamente a la salud del cuero cabelludo. El estrés es otro factor que puede derivar en la pérdida de pelo y que, por tanto, conviene mantener a raya.
- Suplementos. Para paliar los efectos negativos de los radicales libres sobre el organismo, ralentizar el proceso de envejecimiento, frenar la inflamación celular y aportar a piel, pelo y uñas los nutrientes que necesitan es importante complementar una dieta equilibrada con suplementos.
Existen remedios naturales, como mascarillas con ingredientes caseros para el pelo que mejoran la salud y aspecto del cabello. Sin embargo, no bastan por sí mismos para prevenir y paliar los efectos adversos de la alopecia femenina frontal.
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