El ayuno y el ejercicio son dos conceptos que pueden ir unidos, aunque con ciertos matices. Uno de ellos es que sí puede resultar útil y positivo si te estás planteando perder peso, por ejemplo. Si seguimos correctamente el proceso en esta práctica, logramos obtener varios beneficios. A continuación explicamos qué factores debemos tener en cuenta para ello.
¿Qué es el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente consiste en no comer nada durante un periodo de tiempo a lo largo de cada día o semana. Precisamente por dar esta flexibilidad para escoger las horas que queremos estar sin ingerir alimentos, existen varios tipos. Aquí describimos algunos de los más populares, por su grado de exigencia:
- De 12 horas. Una buena opción para principiantes. Significa que podemos permanecer sin alimentarnos de las 7 de la tarde a las 7 de la mañana, por ejemplo. Aprovechando la noche, cuando dormimos.
- De 16 horas. Recomendado para quienes ya han practicado el de 12 horas, en este la ingesta de comida se produciría al mediodía. Si cenamos a las 8 y no desayunamos al siguiente día.
- De 24 horas. Es importante ser algo experto porque debemos aguantar un día entero sin alimentarnos. Aunque sí es posible tomar algún caldo.
- De 48 horas. Requiere consultar con un médico, así como bastante experiencia previa en ayuno y ejercicio. Implica estar el citado periodo de tiempo sin comer, pero sí hacerlo los otros cinco días restantes de la semana.
¿Qué le pasa a mi cuerpo si hago ejercicio en ayunas?
La relación entre el ayuno y el ejercicio se explica de forma muy sencilla. Al tener nuestro organismo menos glucosa, la actividad física que realizamos utiliza la grasa como energía. Así acelera el metabolismo de los lípidos, por lo que empieza a quemarlos. Esta movilización de las reservas energéticas no es tan efectiva si hemos ingerido alimentos.
De ahí que el ayuno intermitente y el deporte sirva para perder kilos. Los expertos aconsejan combinar las dos rutinas, pero siempre con sentido común y bajo supervisión de un profesional. Algunos estudios han desvelado que es tan útil como seguir una dieta baja en calorías para bajar de peso.
Factores importantes para un buen ayuno y ejercicio
En cualquier caso, sea cual sea la abstinencia por la que optemos, tenemos que considerar lo siguiente:
- Combinar ejercicio aeróbico bajo o medio en intensidad con un entrenamiento funcional (si lo que buscamos es reducir las cifras que marca la báscula).
- El ayuno y el ejercicio juntos no es bueno si, en cambio, queremos ganar masa muscular. Pues es complicado tomar las suficientes calorías que requiere.
- En el caso de actividades físicas de alta intensidad, lo mejor es realizarlas durante el periodo de ingesta. Así evitamos que se produzca la hormona llamada cortisol.
- La alimentación en los periodos de no ayuno es fundamental y debe estar basada en productos frescos y saludables (evitando los ultraprocesados). Lo ideal es añadir tanto cantidad como variedad de nutrientes: arroz, verduras, frutas, carnes, pescados, frutos secos…
- Hay que prestar mucha atención a los horarios del ayuno intermitente y el deporte. Lo recomendable es mantener siempre los mismos, también para prevenir posibles afecciones digestivas por el descontrol.
- Puede desencadenar efectos secundarios molestos. Entre ellos, notar hambre, fatiga, náuseas, dolores de cabeza e insomnio.
- No debemos olvidar que la buena hidratación con unos pequeños añadidos es también clave. El agua con sal o los caldos son opciones interesantes antes del entrenamiento e igualmente después.
Beneficios de entrenar en ayuno
Al llevar a cabo rutinas de ayuno y ejercicio, podemos beneficiarnos en diversos aspectos. Los principales son la oxidación de lípidos y la reducción de la grasa visceral, así como de los triglicéridos intramiocelulares. También disminuye el nivel de colesterol LDL, algo positivo para prevenir enfermedades cardiovasculares. E igualmente evitar obesidad, apnea del sueño y algunos tipos de cáncer.
Por otro lado, al bajar la inflamación abdominal, podrían mejorar otros problemas derivados de ella. Como la artritis, la esclerosis, el asma o el alzhéimer. Incluso algunas investigaciones han concluido que retrasa el envejecimiento.
En conclusión, todo esto debes tener presente si decides iniciarte en la combinación del ayuno y el ejercicio. Recomendamos siempre comentarlo previamente con tu médico de cabecera para seguir las indicaciones que pueda darte al respecto. Nosotros te proponemos utilizar productos como el G7 Sports Recovery para después de la actividad física. Con silicio orgánico, zinc y glicina, ayuda a recuperar músculos, tejidos y huesos.
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