El café, además de ser una bebida popular, también funciona como un excelente exfoliante, demostrando ser solo una de las muchas propiedades beneficiosas de este grano. De forma sencilla, podemos introducirlo en nuestra rutina del cuidado de la piel para aprovechar todos sus beneficios. Aquí explicamos por qué los posos del café, útiles en jardinería, funcionan tan bien para exfoliar nuestro cuerpo. También, desvelamos de qué manera podemos aplicarlos en la superficie cutánea.
El café como exfoliante corporal
La razón por la que hablamos del café como exfoliante está en su alto contenido en antioxidantes, sobre todo por la cafeína. Estos ingredientes aportan a nuestra cutis grasosa, seca o dañada variedad de efectos terapéuticos, que describimos al final de este artículo.
En concreto, sirven para eliminar las células muertas que hay en nuestra piel. Si bien éstas se van renovando solas cada cierto tiempo, con la edad este proceso se ralentiza. Pero es importante que se lleve a cabo periódicamente para una adecuada oxigenación.
Por otro lado, contribuyen a romper las moléculas de grasas que se acumulan en distintas zonas corporales. Dicho de otro modo, activan la circulación sanguínea y ello permite que tengamos un potente resultado lipolítico. De manera natural, logramos que nuestra dermis luzca limpia, suave y brillante.
Cómo exfoliar la piel con café
Para una perfecta exfoliación corporal con posos derivados de la preparación de la famosa bebida, tenemos que obtener primero una mezcla. Es la que necesitamos para aplicar después el café como exfoliante. Lo más recomendable por expertos dermatólogos es combinar las partículas finamente molidas con dos o tres cucharadas de algún aceite.
Puede ser de oliva, coco, sésamo o de almendras y lo podemos escoger según el objetivo que buscamos. Por ejemplo, el primero es mejor para combatir la celulitis, mientras que los otros son más idóneos para acabar con las estrías. Una vez que tenemos el mejunje hecho y removido en un bol, nos lo vamos echando en pequeñas cantidades.
Directamente con las manos, untamos por las distintas partes del cuerpo que queremos tratar. Lo ideal es que esa textura cremosa actúe sobre la piel seca en vez de húmeda. Vamos masajeando con suavidad en movimientos circulares, usando nuestros dedos, por la cara, el abdomen, los glúteos o los muslos.
Al finalizar este tratamiento del café como exfoliante, debemos enjuagar esas zonas con agua tibia. Antes de secarlas por completo, empleando una toalla. Se aconseja repetir esta acción de una a tres veces por semana, dependiendo del estado de nuestra dermis. Sí es importante no exfoliar el mismo día que hemos tomado el sol o realizado una depilación.
Exfoliante de café: beneficios
- Elimina las células muertas, como apuntamos anteriormente. Además de esas señales de rojeces, manchas y marcas que podemos tener por diferentes motivos.
- Acelera la cicatrización si hemos sufrido alguna herida, aportando firmeza y luminosidad. Todo gracias a las sustancias antisépticas y antiinflamatorias del café.
- Estimula la producción de colágeno, que es clave para que la dermis luzca sana y rejuvenecida.
- Reduce el exceso de sebo o grasa que segregan las glándulas de la piel.
- Protege de los radicales libres, que pueden causar daños y conducir a un envejecimiento cutáneo prematuro.
- Como también mencionamos arriba, el café como exfoliante combate las estrías, favoreciendo la regeneración con nuevas células. Aunque no las elimina por completo, sí que minimiza la presencia de estas cicatrices causadas por la rotura de fibras de colágeno.
En resumen, si este grano tiene numerosas propiedades beneficiosas para nuestra salud, ya ves que también sus deshechos de la molienda son una muy buena alternativa. Sobre todo, para mantener tu piel bonita, luminosa e hidratada.
Además, puedes suplementar la aplicación del café como exfoliante con algún producto útil para el cuidado dermatológico. Te recomendamos el G7 Liporeduct (que mejora la elasticidad y reduce la rugosidad) o el gel Soriaskin (para regenerar pieles dañadas e irritadas). Ambos contienen silicio orgánico.
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