Durante el embarazo es importante prestar atención a la alimentación para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé en desarrollo. Entre los alimentos que generan dudas y preocupaciones se encuentran los mariscos, debido a la posibilidad de contener sustancias potencialmente perjudiciales. A continuación resolvemos una de las dudas más habituales en esta etapa: ¿Se pueden comer mariscos en el embarazo? ¿Son seguros? ¿Corren algún riesgo las embarazadas al comer mariscos? ¿A qué riesgos se enfrentan?
Beneficios de los mariscos en el embarazo
Los mariscos son un tipo de alimentos que puede jugar un papel importante en la nutrición durante el embarazo, gracias a su rica composición de nutrientes esenciales que favorecen tanto a la madre como al desarrollo del bebé. Entre estos nutrientes, las proteínas de alta calidad que ofrecen los mariscos son fundamentales para el crecimiento celular y la reparación de tejidos, aspectos cruciales durante el embarazo.
Además, los mariscos aportan minerales esenciales como el zinc, vital para el sistema inmunitario y el desarrollo celular, y vitaminas del grupo B, incluyendo la vitamina B12, esencial para la formación de glóbulos rojos y para el desarrollo del sistema nervioso del feto. Esta combinación de vitaminas y minerales apoya el bienestar general de la madre y contribuye a reducir el riesgo de ciertas complicaciones durante el embarazo.
Sin embargo, uno de los mayores beneficios de los mariscos radica en su contenido de ácidos grasos omega-3, especialmente el ácido docosahexaenoico (DHA). Este componente es clave para el desarrollo neurológico y visual del feto. Diversos estudios han sugerido que un consumo adecuado de DHA durante el embarazo puede dar como resultado mejoras en la capacidad cognitiva y visual del bebé, además de asociarse con un menor riesgo de parto prematuro.
Sin embargo, es importante tener precauciones al consumir mariscos durante el embarazo debido al riesgo de contaminación por bacterias y parásitos. Lo vemos a continuación.
Riesgos asociados al consumo de mariscos durante el embarazo
El consumo de mariscos no está exento de riesgos. Uno de los peligros más significativos es la exposición al mercurio, un metal pesado que se encuentra en algunos mariscos. Este contaminante puede traspasar la placenta y afectar el desarrollo neurológico del bebé, pudiendo causar daños en el sistema nervioso y retrasos en el desarrollo.
Además, los mariscos crudos o insuficientemente cocidos presentan otro riesgo importante: la posibilidad de contener bacterias y parásitos perjudiciales para la salud tanto de la madre como del feto. Entre estos microorganismos, la salmonela y la listeria son particularmente preocupantes. La listeriosis, por ejemplo, es una infección causada por la bacteria Listeria monocytogenes, y durante el embarazo, puede provocar consecuencias graves, incluyendo el parto prematuro, la pérdida del embarazo o incluso enfermedades graves en el recién nacido.
Por lo tanto, es indispensable que las embarazadas tomen precauciones al consumir mariscos. Optar por mariscos bien cocidos y evitar aquellos conocidos por su alto contenido de mercurio son pasos fundamentales para minimizar los riesgos.
Precauciones para consumir mariscos de manera segura durante el embarazo
A pesar de los riesgos potenciales, es posible disfrutar de los beneficios nutricionales de los mariscos durante el embarazo tomando ciertas precauciones.
Elige mariscos seguros
Opta por mariscos que sean bajos en mercurio, como camarones, langostinos, cangrejos, mejillones y almejas. Estas opciones son generalmente más seguras para el consumo durante el embarazo. Evita los mariscos grandes y depredadores que suelen tener niveles más altos de mercurio.
Cocina los mariscos adecuadamente
Asegúrate de cocinar los mariscos de manera adecuada para eliminar cualquier bacteria o parásito presente. Para garantizar la eliminación de bacterias y parásitos potencialmente dañinos, los mariscos deben cocinarse hasta alcanzar una temperatura interna de al menos 65°C. Este paso es vital para prevenir infecciones alimentarias que podrían ser perjudiciales tanto para la madre como para el feto.
Evita mariscos crudos o ahumados
Además, durante el embarazo se debe evitar el consumo de mariscos crudos o ahumados, incluidas las ostras, el ceviche y otros platos similares. Estos productos pueden albergar bacterias y virus que son especialmente peligrosos en este periodo. Los mariscos ahumados que no estén debidamente cocidos antes de su consumo también deben evitarse.
Presta atención a las advertencias
Revisa las advertencias locales sobre la seguridad de los mariscos. Las autoridades de salud a menudo emiten alertas sobre áreas con alta contaminación que pueden afectar la seguridad de los mariscos. Evitar el consumo de productos procedentes de estas zonas es una medida de precaución esencial.
Consulta a tu médico
Finalmente, ante cualquier duda o preocupación, es recomendable consultar a un médico o a un nutricionista especializado en embarazo. Estos profesionales pueden ofrecer orientación específica y personalizada, asegurando que el consumo de mariscos contribuya positivamente al desarrollo del embarazo, sin poner en riesgo la salud de la madre o del bebé.
Puedes comer mariscos en el embarazo, pero con precaución
El consumo de mariscos durante el embarazo puede ser seguro y beneficioso si se toman las precauciones adecuadas. Aunque existen riesgos potenciales asociados a la contaminación con mercurio y bacterias, elegir mariscos seguros y cocinarlos adecuadamente puede minimizar estos riesgos.
Los mariscos son una excelente fuente de nutrientes esenciales para el desarrollo del feto y la salud de la madre, por lo que no es necesario evitarlos por completo durante el embarazo. Sin embargo, es importante tener en cuenta las recomendaciones mencionadas anteriormente para disfrutar de los beneficios nutricionales de los mariscos de manera segura.
Recuerda siempre consultar con tu médico para obtener información personalizada y específica sobre tu caso en particular.
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