Es habitual utilizar indistintamente los términos alimentación y nutrición. Sin embargo, si queremos ser precisos a la hora de expresarnos, no deberíamos utilizar estos conceptos como sinónimos o equivalentes, puesto que, en realidad, no significan lo mismo.
Pero entonces, ¿cuál es la diferencia entre alimentación y nutrición?
La nutrición: qué es y qué debemos tener en cuenta
La nutrición es un conjunto de procesos que nos permite obtener materia y energía esencial para las funciones vitales. Es decir, mediante la nutrición se consiguen los nutrientes necesarios para satisfacer los requerimientos de un organismo.
Dichos nutrientes se extraen a partir de los alimentos que ingerimos, pues se encuentran contenidos en ellos.
Una nutrición adecuada es fundamental para el correcto desarrollo y funcionamiento de los diferentes sistemas de nuestro cuerpo, que nos permitirán desempeñar nuestras actividades diarias.
Ahora bien, las necesidades nutricionales no son estáticas ni mucho menos iguales para todo el mundo.
Los requerimientos a nivel nutricional dependen de la edad, el sexo y el grado de actividad. Además, varían enormemente en diferentes circunstancias y etapas de la vida.
Por tanto, para garantizar que nuestra nutrición es adecuada debemos tomar consciencia de las necesidades concretas de nuestro organismo y tener siempre en cuenta aquellos factores que puedan modificarlas o influenciarlas (estado de salud o enfermedad, cambios fisiológicos naturales, grado de ejercicio y actividad, etc.).
Solo así podremos lograr que nuestra nutrición cumpla los objetivos de:
- Aportarnos la energía necesaria para nuestras funciones vitales.
- Llevar a cabo de manera adecuada los procesos metabólicos que requiere nuestro organismo.
- Cubrir los requerimientos para formar, mantener y regenerar o reparar las estructuras de nuestro cuerpo.
- Garantizar un estado de salud óptimo y prevenir la ocurrencia de patologías.
Nutrientes cruciales para tu organismo
Todos los nutrientes son importantes para el organismo, por eso es fundamental que nuestra nutrición sea completa.
Ahora bien, no todos los nutrientes se requieren en la misma cantidad y frecuencia. Es por ello que, además de completa, nuestra nutrición también debe ser equilibrada, para aportarnos las cantidades adecuadas de cada nutriente en función de nuestras necesidades particulares.
Además no todos los nutrientes tienen la misma relevancia ni desempeñan las mismas funciones, de ahí que existan nutrientes esenciales y no esenciales.
De forma general, nuestro cuerpo necesita, sí o sí, carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales (además de agua, claro).
No obstante, dentro de esos grupos de nutrientes encontramos compuestos indispensables y prescindibles o que nuestro cuerpo requiere en mayor o menor cantidad y frecuencia.
También podemos hablar de nutrientes esenciales y no esenciales en función de la capacidad de nuestro cuerpo para sintetizarlos.
Es decir, serían esenciales aquellos que nuestro cuerpo no puede sintetizar o no puede producir en cantidades suficientes para satisfacer sus requerimientos; y, por tanto, tenemos que ingerir obligatoriamente a través de nuestra alimentación.
Tomando como ejemplo las proteínas, estas están compuestas por aminoácidos que pueden ser esenciales o no. Entre los aminoácidos esenciales que componen las proteínas se incluyen la lisina, el triptófano, la fenilalanina, la valina, la treonina, la metionina, la leucina, la isoleucina y la histidina.
Por el contrario, hay seis aminoácidos que se consideran no esenciales debido a que el cuerpo puede sintetizarlos en las cantidades necesarias. Dichos aminoácidos son alanina, ácido aspártico, ácido glutámico, serina, selenocisteína y asparagina.
En relación a los minerales, se consideran esenciales los siguientes: sodio, potasio, calcio, hierro, zinc, cloruro, fósforo, magnesio, azufre, molibdeno, yodo, selenio, cobre, fluoruro, cromo y manganeso.
Por otro lado, son esenciales las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9, B12; así como las vitaminas A, C, D, E y K.
Esa variedad y complejidad en relación a los nutrientes puede complicar la tarea de cubrir todas las necesidades nutricionales para nuestro caso particular solo con la alimentación.
Una forma de facilitar esta tarea y proporcionarle a nuestro cuerpo lo que necesita en cada momento es recurrir a los suplementos.
Suplementación para obtener todos los nutrientes necesarios
Incluir suplementos en tu rutina alimentaria puede ayudarte a mejorar la nutrición de tu cuerpo y a gozar de un bienestar óptimo.
Ahora bien, ya hemos destacado cómo influye la situación y características particulares de cada persona, por lo que para elegir el suplemento adecuado es conveniente tener en cuenta:
- Tu estilo de vida y grado de actividad. Es conveniente detectar si tu cuerpo tiene una alta demanda de determinados nutrientes, por ejemplo debido a una actividad deportiva exigente; para así elegir un suplemento que contenga esos nutrientes específicamente.
- Particularidades de tu forma de comer, como alimentos o grupos de alimentos que no consumes y por tanto no obtienes ese tipo de nutrientes (ej.: dietas veganas, intolerancias, alergias, etc.). Te convendrá elegir un suplemento que sustituya esas ingestas que no realizas, ya sea por elección u obligación.
- Maximizar tu bienestar general. Si lo que quieres es asegurarte de que tu cuerpo dispone de todos los nutrientes esenciales para alcanzar una nutrición óptima, puedes elegir un suplemento que te aporte beneficios de bienestar general y te ayude a complementar tu estado nutricional.
- También puedes elegir un suplemento en función de para qué está formulado (deportistas, refuerzo del sistema inmunitario, control del colesterol, etc.). Esto es especialmente útil cuando lo que buscas es darle un plus de energía o un aporte nutricional extra a tu cuerpo en función de tu estilo de vida o necesidades.
- Por la variedad de beneficios que aportan, una estupenda opción es completar nuestra dieta con suplementos de silicio orgánico. Estos pueden estar íntegramente formulados con este oligoelemento beneficioso para la salud, como es el caso de Silicium G7; o en combinación con otros nutrientes, como ocurre con suplemento G7 Activ+, que proporciona magnesio y vitamina C, además de silicio orgánico.
¿Qué es la alimentación?
La alimentación es un aspecto biológico indispensable para la subsistencia de un individuo que consiste en el acto de suministrar alimentos al organismo. Dicho de otra manera, cuando hablamos de alimentarnos nos referimos a la ingesta de alimentos.
Ingerir alimentos es un acto consciente, voluntario; y su finalidad principal es nutrirnos.Sin embargo, no es la única.
Además de responder a una necesidad fisiológica, la alimentación también responde a factores culturales. Es decir, que existe una amplia gama de formas de alimentarse debido a la diversidad cultural del ser humano.
Asimismo, la alimentación también tiene repercusión social, siendo de gran importancia en la relación entre individuos, el status, las modas, etc. A su vez, estos aspectos influyen en la manera en la que nos alimentamos.
Es decir que toda esa influencia sociocultural modula o modifica los hábitos alimentarios y, por tanto, también influye en la salud y el bienestar de las personas.
En cualquier caso, el proceso de alimentación no se reduce al acto de ingerir alimentos; también requiere que seleccionemos los alimentos y los preparemos o cocinemos previamente.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre alimentación y nutrición?
Aunque hemos visto detalladamente qué son y a qué se refieren estos dos conceptos, de forma más concreta podemos resumir la diferencia entre alimentación y nutrición de la siguiente manera:
- La alimentación es un acto voluntario y hace referencia a la ingesta de alimentos propiamente dicha.
- Por el contrario, la nutrición es un acto involuntario, que requiere de la digestión, absorción, transporte y el metabolismo de los nutrientes obtenidos a partir de los alimentos ingeridos mediante la alimentación.
- Todos los seres humanos nos nutrimos del mismo modo, descomponiendo los alimentos para extraer de ellos la energía y los nutrientes que necesita nuestro organismo.
- Sin embargo, no todas las personas nos alimentamos igual, pues la alimentación está altamente influenciada por factores personales, culturales y sociales.
- Dichos factores pueden modificar la forma en la que comemos y los alimentos que consumimos.
En definitiva, la diferencia entre alimentación y nutrición consta en que son dos conceptos estrechamente relacionados, pero que hacen referencia a cuestiones muy diferentes.
No obstante, ambos son aspectos muy importantes para alcanzar un estado de salud y un bienestar general óptimos.
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