La falta de silicio en el cuerpo produce síntomas evidentes. Y es que estamos hablando de un oligoelemento esencial para la salud. Interviene en la síntesis de colágeno natural y gracias a ello favorece el buen funcionamiento de distintos tejidos y órganos. Huesos, músculos, cartílagos, piel, vasos sanguíneos, cerebro, etc.
Con los años, en especial a partir de los 35-40, se reducen sus depósitos en el organismo y aumenta el riesgo de déficit.
¿Quieres mantenerte joven y saludable a pesar del paso del tiempo? Entonces quédate hasta el final, que esto te va a gustar.
Hoy te contamos…
- ¿Qué provoca la falta de silicio en el cuerpo?
- ¿Cuáles son los síntomas de la falta de silicio en el cuerpo?
- ¿Cómo evitar la deficiencia de silicio?
¿Qué provoca la falta de silicio en el cuerpo?
La deficiencia de silicio orgánico era infrecuente. Cosa que ha cambiado debido a los hábitos alimenticios que predominan hoy en día: consumimos menos comida “real” (natural, fresca) y más ultraprocesados (carentes de silicio).
Además, este mineral se obtiene en gran medida de fuentes vegetales, y en los cultivos actuales su concentración es muy inferior a la que era hace años. ¿Por qué? Por el uso de abonos sintéticos, plaguicidas y otros químicos.
Encima, para más inri, al cocinar los alimentos perdemos casi todo de lo poco que nos llega.
Sumado a que no se absorbe bien en el intestino y al hecho de que con el envejecimiento nuestros niveles internos disminuyen…
Pues resulta que ya no es tan raro tener una carencia.
¿Cuáles son los síntomas de la falta de silicio en el cuerpo?
Las diversas propiedades del silicio orgánico en el organismo explican las consecuencias de su carencia. La mayoría se deben a la menor producción de colágeno:
- Aparición de arrugas y piel flácida por la pérdida de elasticidad y firmeza.
- Desgaste excesivo de articulaciones. Aumenta la posibilidad de padecer enfermedades como artritis y artrosis.
- Debilidad ósea. Se altera la formación de hueso, incrementando el riesgo de osteoporosis y fracturas.
- Lesiones deportivas más frecuentes: esguinces, tendinitis, etc. Es resultado de la menor capacidad de regeneración de fibras musculares.
- Cabello apagado y caída del pelo.
- Uñas quebradizas y dientes sensibles.
- Mayor probabilidad de sufrir patologías cardiovasculares (ateroesclerosis, infarto…) y neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson…).
- Dificultad para cicatrizar heridas y quemaduras.
- Picores y ligeros eccemas (dermatitis).
¿Cómo evitar la deficiencia de silicio?
Con productos vegetales frescos
A pesar de las complicaciones para conseguirlo a través de la dieta, sigue siendo importante consumir alimentos con silicio.
La UNED recomienda un aporte diario de 15 a 35mg, mientras que el Comité de Expertos en Vitaminas y Minerales afirma que la ingesta máxima tolerable es de 760mg/día.
Los cereales integrales (avena, trigo, cebada, centeno…) contienen una buena cantidad de este micronutriente.
También las frutas cítricas, las manzanas, fresas, plátanos, cerezas, uvas, aguacate, etc. Lávalas con esmero y comételas con piel siempre que sea posible para aprovecharlas al máximo.
Otras fuentes vegetales son las hortalizas (sobre todo las patatas), las verduras (espinacas, alcachofas, acelgas…), los frutos secos (nueces, almendras…), las semillas, las legumbres, el perejil, las algas o la soja.
Elige bien lo que bebes
Dato curioso: la cerveza tiene bastante silicio. Si eres cervecero tal vez te estén haciendo chiribitas los ojos, aunque recuerda que el alcohol no es bueno. Modera su consumo y escoge las versiones 0.
El agua mineral puede presentar asimismo cierta concentración, pero depende mucho de su composición y de qué región provenga.
Y no olvidemos que las plantas medicinales como la cola de caballo, la ortiga o el bambú igualmente lo contienen. Inclúyelas en tu día a día mediante infusiones y te ayudarán a combatir la falta de silicio en el cuerpo.
Supleméntate con cabeza
Tener una buena alimentación es necesario. Sin embargo, debido a los motivos que te he mencionado antes, no es suficiente para impedir una deficiencia de este mineral. Menos aún tras los 40, momento en el cual nuestros depósitos internos empiezan a caer poco a poco.
La mejor forma de asegurar niveles adecuados es con un suplemento que te aporte además todos los beneficios del silicio orgánico.
Pero no cualquiera. Considera lo que te he explicado más arriba: este oligoelemento lo absorbemos mal. Es decir, si la fórmula no está diseñada para que la asimilación sea buena, es como no tomar nada. Vamos, que estarías tirando el dinero.
Tienes 2 alternativas con las que no vas a tener que preocuparte de esto:
Silicium G7 Original Biodinamizado. Se produce de tal manera que la biodisponibilidad es muy alta. Dicho de otro modo, la penetración y fijación en los tejidos es muy rápida y eficaz.
Living Silica Collagen Booster. Es la formulación de silicio orgánico más avanzada a día de hoy. No solo está muy concentrada, sino que también presenta una absorción hasta 10 veces más elevada que otros productos similares. Además contiene goma de acacia, que posee efectos prebióticos.
Ambas son opciones excelentes con las que evitarás la falta de silicio en el cuerpo. Combínalas con esa dieta adecuada de la que te hablaba, y verás cómo conservas tu salud (y belleza, por qué no decirlo) aunque pasen los años.