¿Conoces la importancia de tener una adecuada hidratación corporal? La piel es el órgano de mayor tamaño de nuestro organismo y entre sus principales funciones está la de protegernos contra agentes externos, como la contaminación, bacterias, etcétera. Pero, en muchas ocasiones no le dedicamos el tiempo necesario ni utilizamos los productos que más nos convienen.
Por este motivo, queremos que conozcas qué es una hidratación corporal y cuándo es necesaria. Además, en este artículo conoceremos cómo se hace una hidratación corporal y los diferentes tipos de cremas que existen según el tipo de piel.
¿Qué es una hidratación corporal y cuándo es necesaria?
La composición del cuerpo humano es agua en más del 60%, de ahí, la gran importancia que tiene realizar una correcta hidratación corporal. Pero, ¿sabemos en qué consiste? Su definición hace referencia al cómputo de acciones dirigidas a mantener la piel hidratada y reducir, en la medida de lo posible, la pérdida de agua.
De esta manera, es importante recalcar que es necesario hidratar la piel durante todo el año. Eso sí, las necesidades de la piel cambian conforme la época del año. Por ello, se debe realizar una limpieza e hidratación corporal en cualquier estación pero, sobre todo, durante los meses de más frío o calor.
En invierno, los agentes externos como el frío o el aire, resecan la piel. Entonces, es muy importante hidratar la dermis para proteger la barrera cutánea, así se consigue una piel más jugosa y elástica. Por su parte, en verano, la hidratación corporal es clave, no solo por el calor que nos hace perder agua del organismo, también por el cloro, el agua del mar y la exposición solar.
¿Cómo se hace una hidratación corporal?
¿Sabías que la deshidratación puede ser el motivo de tener un aspecto seco, apagado o tirante? Si quieres conseguir una piel sana e hidratada es esencial realizar una hidratación corporal de forma adecuada y, algo todavía más importante, ser constantes. En definitiva, hidratar la piel debe formar parte de una rutina diaria en la que se deben incluir los siguientes pasos:
- Mantente hidratado desde dentro. Si te gustaría tener una piel sana es importante comenzar con la hidratación desde el interior, y para ello, basta con ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Esto se debe a que en la piel se almacena el 20% del agua de nuestro cuerpo.
- Sigue una alimentación saludable y equilibrada. El aspecto de nuestra piel está directamente relacionado con la calidad de nuestra dieta, y esta debe estar compuesta por proteínas, vitaminas y ácidos grasos. Además de comer sano, también puedes ayudar a la hidratación corporal incorporando suplementos alimenticios.
- Exfoliar la piel. El paso del tiempo y los agentes externos hacen que se acumulen en nuestra piel células muertas que impiden la correcta absorción de la hidratación. De tal forma que de nada sirve aplicar cremas si no exfoliamos la dermis de vez en cuando. ¿Cada cuánto tiempo? Basta con hacerlo cada dos semanas, pero si tienes la piel sensible, es mejor hacerlo cada más tiempo.
- Descansa. Un buen descanso y un sueño reparador es imprescindible para favorecer la producción de colágeno y, así, mantener la piel hidratada.
- Las duchas tienen que ser con agua templada, el calor favorece la sequedad. Asimismo elegir el momento del día en el que nos duchamos es fundamental, las duchas nocturnas ayudan a eliminar de la piel los restos de contaminación de todo el día. El producto que escojas tiene que ser suave para evitar modificar el manto hidrolipídico.
- Evita el alcohol y el tabaco. Si tu objetivo es lucir un aspecto más joven con una piel más suave e hidratada, lo ideal es no fumar ni beber bebidas alcohólicas. La nicotina del tabaco contrae los vasos sanguíneos lo que provoca que las toxinas se acumulen y fomenta el estrés oxidativo del organismo. Asimismo el alcohol disminuye el oxígeno en sangre lo que supone una pérdida de colágeno.
- Practica deporte. Hacer ejercicio es muy beneficioso para el organismo, y en concreto, también para la piel, pues sudar ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo y se consigue limpiar los poros.
- Protégete del sol. La radiación ultravioleta es, en gran medida, una de las posibles causas del cáncer de piel. Una manera de evitarlos es evitar estar expuestos al sol y utilizar cremas con protección solar.
- Ritual de hidratación. Por último, después de realizar todos los pasos anteriores es imprescindible la hidratación corporal. ¿El mejor momento? Justo después del baño con la piel un poco húmeda todavía y con los productos adecuados para tu tipo de piel -como veremos más adelante-.
Tipos de crema según el tipo de piel
Seguro que, como bien sabrás, existen diferentes tipos de piel: normal, mixta, grasa, seca… Y, por ello, todas necesitan hidratarse de forma correcta. Por ejemplo, no por el hecho de tener una dermis con aspecto graso, eso no quiere decir que no se necesite una hidratación corporal. Tan solo significa que cada una de ellas deberá utilizar diferentes texturas y principios activos. En base a esto, podemos encontrar 4 grupos de cremas según los principios activos hidratantes que utilizan:
- Emolientes. Estas cremas cumplen dos funciones, pues al contacto con la piel previenen que se evapore el agua y también aumentan los lípidos. Estos hidratantes, en muchas ocasiones, van acompañados de un humectante, como puede ser la urea.
- Oclusivos. Este tipo de hidratantes evitan que la piel sufra una pérdida de agua consiguiendo que se produzca un aumento de la presencia de agua. Aquí podemos encontrar vaselinas, parafinas, cera de abeja, etcétera.
- Humectantes. En este caso, su objetivo es mantener las reservas hídricas en estado óptimo y, de este modo, la piel tiene un aspecto más flexible y facilita la descamación. Estas cremas cuentan en su composición con sustancias como la urea, la glicerina, el sorbitol…
- Filmógenos. Por último, este tipo de lociones logran retener el agua de la dermis y mejorar el aspecto de la barrera cutánea. Aquí encontramos los liposomas, las nanopartículas, etcétera.
Además de los principios activos, también puedes elegir tu crema en base a la textura que sea de tu preferencia. Por ejemplo, Silicium Rosa Mosqueta es una crema ligera que hidrata en profundidad, aporta luminosidad y reduce las líneas de expresión. También, puedes encontrar geles, como Soriaskin 150 ml, ideal para pieles dañadas, irritadas, con picores y con tendencia a la sequedad y descamación, o bien, Silicium G5 Gel 150 ml, que penetra rápidamente en la piel para hidratar, regenerar y reafirmar con la concentración más alta en silicio orgánico del mercado. Por último, Silicium Serum & Elixir Essentiel, con una textura oleosa que favorece la regeneración de la piel y la producción de colágeno y elastina.
¿Estás preparado para realizar una buena hidratación corporal a tu piel? Ahora ya sabes qué tipo de crema le viene mejor a tu tipo de piel y qué puedes hacer para tener un aspecto sano, cuidado y sin signos de envejecimiento.
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