Onicosquicia o fragilidad en las uñas: qué es y cómo tratarla

La onicosquicia, o uñas quebradizas, es un trastorno ungueal que se caracteriza por la separación en capas del borde libre de la lámina ungueal. Este problema afecta tanto a las uñas de las manos como a las de los pies y es una de las condiciones más frecuentes en las consultas dermatológicas.

Aunque puede parecer un problema meramente estético, la onicosquicia puede ser indicativa de diversos factores internos y externos que afectan la salud general de una persona. De ahí la importancia de entender qué es, qué lo causa y qué hacer antes este problema. 

¿Qué es la onicosquicia?

La onicosquicia es un trastorno ungueal que se manifiesta como una fragilidad notable en las uñas. Esta se caracteriza por el desdoblamiento en capas horizontales del borde libre de la uña. Este problema afecta tanto a las uñas de las manos como a las de los pies, y puede presentarse en una o varias uñas a la vez.

Las personas que padecen onicosquicia suelen notar que sus uñas se quiebran con facilidad, una situación que les causa molestias y preocupaciones estéticas. En cualquier caso, esta afección es bastante común, especialmente entre mujeres y personas mayores, quienes tienen una mayor predisposición debido a factores hormonales y al envejecimiento natural de las uñas.

Cabe destacar que la onicosquicia no solo es un problema estético, sino que también puede ser indicativa de otras condiciones subyacentes, como deficiencias nutricionales o exposición a sustancias químicas agresivas. De ahí la importancia de su identificación y tratamiento adecuado.

 Causas de la onicosquicia

La onicosquicia puede ser desencadenada por una combinación de factores externos e internos. Comprender estas causas es fundamental para poder abordar adecuadamente el problema y prevenir su aparición. Veamos los diferentes factores que contribuyen a la onicosquicia, tanto externos como internos. 

Factores externos

Los factores externos son aquellos que están relacionados con el entorno y las prácticas diarias que pueden debilitar las uñas. Estos son los más destacados:

• Exposición prolongada al agua: la alternancia constante entre hidratación y secado puede debilitar la estructura de la uña, haciéndola más propensa al desdoblamiento.
• Uso de solventes y productos químicos agresivos:el contacto frecuente con estos productos deshidrata la lámina ungueal, lo que puede provocar su fragilidad.
• Prácticas de manicura inadecuadas: técnicas incorrectas y el uso de herramientas agresivas pueden causar daños en las uñas, contribuyendo a la onicosquicia.
• Trauma físico repetitivo: los golpes o presiones constantes sobre las uñas pueden debilitar su estructura, aumentando el riesgo de fracturas.
• Daño químico o físico: el empleo de lacas cosméticas, uñas de gel y otros tratamientos agresivos puede agravar la fragilidad de las uñas.

Factores internos

Los factores internos se refieren a aspectos de la salud general que afectan la fortaleza de las uñas desde adentro. Los más importantes son los siguientes:

• Deficiencias nutricionales: la falta de nutrientes esenciales como hierro, zinc, biotina y vitaminas A y C puede debilitar las uñas y hacerlas más propensas a dañarse.
• Enfermedades sistémicas: condiciones como las enfermedades tiroideas, la psoriasis y el eczema tienen un impacto directo en la salud de las uñas, debilitándolas significativamente.
• Uso de ciertos medicamentos: algunos tratamientos, especialmente los quimioterápicos oncológicos, pueden tener efectos secundarios que afectan la integridad ungueal.
• Cambios fisiológicos relacionados con la edad: a medida que envejecemos, las uñas tienden a volverse más frágiles debido a los cambios naturales en la fisiología del cuerpo, aumentando así el riesgo de onicosquicia.

 Síntomas de la onicosquicia

La onicosquicia se manifiesta principalmente a través del desdoblamiento en capas horizontales del borde libre de la uña. De hecho, este es el síntoma más evidente de esta condición. Este desdoblamiento crea una apariencia de uñas en capas, donde la lámina ungueal se divide visiblemente, lo que compromete la integridad de la uña.

Por otra parte, las personas que sufren de onicosquicia suelen notar que sus uñas son mucho más frágiles y se rompen con facilidad. Esta situación, además de que puede llevar a frustración, también suele provocar y preocupación estética. Además, las uñas afectadas por esta condición tienden a perder su brillo natural y, en consecuencia, adoptar una apariencia seca y opaca que es fácilmente reconocible.

En cuanto a los síntomas comunes, uno de los más característicos es la separación visible en capas, donde las diferentes capas de la uña se separan claramente. En casos más severos, los afectados pueden experimentar dolor o incomodidad al tocar o usar las uñas debilitadas, de modo que puede dificultar actividades cotidianas.

Tratamiento de la onicosquicia

El tratamiento de la onicosquicia se centra en fortalecer las uñas y prevenir los factores que contribuyen a su fragilidad. La buena noticia es que, implementando medidas preventivas y cuidados adecuados, es posible reducir los síntomas y mejorar la salud de las uñas. Veamos algunas estrategias efectivas para tratar y prevenir la onicosquicia.

Prevención de traumatismos

Para empezar, hay que evitar el uso de las uñas como herramientas manuales. Acciones como abrir latas, rascar superficies o realizar tareas similares pueden causar daño a la lámina ungueal. Esto agrava la fragilidad de las uñas. Mantener las uñas protegidas de estos tipos de traumas es un paso clave para prevenir la onicosquicia.

Protección y cuidado

Una estrategia muy útil consiste en usar guantes para manipular detergentes y otros productos químicos. Los guantes de tela cubiertos o guantes de goma proporcionan una barrera protectora que ayuda a evitar la deshidratación y el daño químico que pueden debilitar aún más las uñas. Esta protección diaria ayuda a para mantener la salud ungueal.

Hidratación y suplementos nutricionales

Aplicar hidratantes regularmente en las uñas y el tejido periungueal ayuda a mantener la flexibilidad y a prevenir la sequedad, que puede contribuir al desdoblamiento de las uñas. Además, los complementos vitamínicos específicos, como los que contienen biotina, hierro y zinc, pueden ayudar a fortalecer las uñas desde adentro y promover un crecimiento saludable y resistente.

La onicosquicia es un problema común que puede ser tratada fácilmente

La onicosquicia, aunque es un problema común, no tiene que ser una fuente constante de preocupación. Tomando las medidas adecuadas, es posible mantener las uñas fuertes y saludables, incluso si ya se han presentado signos de fragilidad. La clave está en adoptar un enfoque proactivo hacia el cuidado de las uñas, que incluya evitar factores de riesgo conocidos, como el uso de productos químicos agresivos y el trauma repetitivo, y enfocarse en prácticas que fortalezcan la estructura ungueal, como la hidratación regular y la suplementación nutricional.