
La dermatitis atópica (DA) es un tipo de eccema muy común que afecta tanto a niños como adultos, se trata de una afección crónica que aparece y que puede desaparecer un tiempo e, incluso, de por vida, pero también alternarse con otros tipos de eccemas ¿cuáles son las causas de la dermatitis y qué tratamientos existen?
¿Qué es la dermatitis atópica y por qué aparece en el rostro?
La dermatitis atópica es una afección cuyas causas aún no están claras del todo. La ciencia no ha conseguido determinar por qué aparece, aunque sí se sabe que el sistema inmunitario se vuelve hiperactivo y desordenado, lo que provoca una gran inflamación responsable de los daños en la barrera de la piel, dejándola en extremo seca, con erupciones y picazón que, además, pueden cursar de distintos colores como marrón, grisáceo o púrpura.
Algunas investigaciones, como la publicada en el National Library of Medicine (NIH) han demostrado que la dermatitis atópica tiene una etiología compleja que incluye factores genéticos y ambientales que conducen a anomalías en la epidermis y el sistema inmunitario, y deduce cómo algunas personas tienen una mutación del gen responsable de crear la filagrina, una proteína que ayuda a mantener la barrera de la piel saludable.
La dermatitis atópica, según el informe, suele comenzar en la infancia durante los primeros seis meses de vida de un bebé. Y mientras que en algunos casos, la afección es más leve y mejora por épocas, en otros, puede empeorar y los brotes continúan de por vida en la edad adulta, incluso, coexistiendo con otras condiciones alérgicas como el asma o la fiebre del heno, afecciones que agravan o pueden desencadenar la aparición de dermatitis atópica.
Síntomas de la dermatitis atópica y qué personas padecen riesgo de contraerla
Los síntomas más comunes de la dermatitis atópica, sobre todo, visible en la cara, es la picazón excesiva que se desarrolla a diario y que cursa con dolor y molestias a la hora de dormir.
Cuando la picazón comienza a desarrollarse en otras partes del cuerpo, donde las erupciones supuran líquido o sangran cuando se rascan, ya se puede hablar de un problema de dermatitis atópica. La piel puede decolorarse, secarse hasta producirse engrosamiento y un posterior endurecimiento, un proceso que se denomina liquenificación.
Otra investigación publicada en la revista científica de la (EAACI), la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, llega a la conclusión de que otro de los factores desencadenantes de la dermatitis atópica son las causas ambientales que afectan a individuos susceptibles. Y entre ellos, se cita cómo factores extrínsecos como la baja exposición y diversidad microbiana, la exposición a antibióticos, el entorno urbano, la exposición al humo del tabaco, el estrés, los alimentos y los contaminantes son igualmente importantes para el desarrollo de la dermatitis atópica.
Cómo prevenir, tratar y aliviar la dermatitis atópica
La dermatitis atópica cuenta con distintos tratamientos que, en general, se basan en rutinas de baños, hidratación continua en la piel, llevar una dieta saludable, u otros más fuertes en casos más graves como el uso de corticoides tópicos, etc.
Sin embargo, cuando la afección aparece y desaparece de forma leve, los tratamientos incluyen:
- Manejar el estrés
- Llevar una dieta saludable
- Llevar unas rutinas de sueño y procurar que sea de calidad
- Evitar desencadenantes conocidos
- Mantener unos hábitos regulares de baño e hidratación constante para proteger y fortalecer la barrera de la piel
En casos más graves, otros tratamientos disponibles incluyen los tópicos no esteroideos biológicos, corticoides o corticosteroides tópicos. Cabe destacar que el uso continuado o crónico y sin periodos largos de descanso conlleva algunos efectos secundarios a largo plazo, como la aparición de estrías, la atrofia o un potencial adelgazamiento de la piel, telangiectasis o arañas vasculares, y en casos más graves, una progresiva debilidad muscular, un mayor riesgo de infecciones y un retraso en la cicatrización de las heridas.
En definitiva, la dermatitis atópica aún no tiene cura, por lo que la persona que lo padece sufre inflamaciones en el rostro que van y vienen y que daña la barrera de la piel, dejándola muy seca y propensa a erupciones y picazón, por lo que es imprescindible el uso de cremas con Silicio Orgánico como Soriaskin, compuesta de plantas como la equinácea, de poderosos efectos antioxidantes y antiinflamatorios para la piel o la cola de caballo, muy eficaz por sus propiedades cicatrizantes y hemostáticas, una crema que actúa como protección diaria para pieles con picores, irritadas o con tendencia a la sequedad y a la descamación.
Además, este tratamiento puede ser simultaneado con fórmulas bebibles como Silicium G7 Original , compuesto a base de minerales capaces de promover el colágeno natural en el organismo, nutriendo las células y manteniendo una salud óptima en la piel.
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