La piel alrededor de los ojos es una de las primeras áreas de la cara en desarrollar líneas de expresión, arrugas y pliegues cuando nos hacemos mayores. Eso no significa que sea difícil encontrar patas de gallo en jóvenes.
La piel en esta zona es especialmente susceptible al envejecimiento porque es delgada y débil. Las patas de gallo son uno de los primeros signos que aparecen porque no hay tejido graso alrededor de los ojos y eso hace que la piel sea más propensa al envejecimiento.
Desafortunadamente, las arrugas y el envejecimiento son una parte natural de la vida que no se puede evitar, aunque sí retrasar. Prestar atención a la salud del hígado, el estilo de vida y tomar decisiones acertadas a la hora de elegir productos para el cuidado (solo con ingredientes naturales) contribuyen a lograr este objetivo.
¿Qué son las patas de gallo?
Las patas de gallo son uno de los primeros signos de envejecimiento que aparecen en la cara. Pueden surgir desde cumplidos los veinte hasta cualquier edad, sumándose nuevas líneas a lo largo de la vida.
Se considera que las patas de gallo son uno de los primeros signos del envejecimiento. Aparecen antes que otras señales como la flacidez de la piel, la falta de brillo y otras arrugas.
Hay 2 tipos de patas de gallo: estáticas y dinámicas. Las líneas dinámicas de patas de gallo aparecen durante los movimientos musculares que ocurren al hacer expresiones faciales, fruncir el ceño o sonreír. A diferencia de estas, las líneas de patas de gallo estáticas siempre son visibles, independientemente de los movimientos musculares en la cara.
¿Por qué salen patas de gallo en jóvenes?
Causas generales de aparición de patas de gallo
EDAD
Al igual que otros signos del envejecimiento, las patas de gallo se producen debido a una disminución en la producción de proteínas esenciales para una piel firme, como el colágeno y la elastina. El proceso de regeneración de las células de la piel también se ralentiza a medida que uno envejece.
GESTOS
Los movimientos repetitivos que intervienen en las distintas expresiones faciales, entrecerrar los ojos, sonreír o fruncir el ceño pueden causar patas de gallo. Estas acciones tensan la piel y los músculos faciales favoreciendo la formación de pliegues que terminan marchándose.
HORMONAS
Los cambios hormonales, como la menopausia, pueden acelerar el envejecimiento de la piel. Durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que impulsa el proceso de envejecimiento. El estrógeno regula los niveles de hidratación y la producción de colágeno.
RAYOS UV Y UVA
La exposición al sol contribuye significativamente a la formación de patas de gallo en jóvenes y mayores. El daño de la luz solar descompone el colágeno y la elastina.
TABACO
Fumar hará que las arrugas en esta zona aparezcan más rápido ya que se priva a la piel de oxígeno, lo que provoca la descomposición del colágeno y la elastina, fundamentales para preservar su proceso regenerativo.
Causas de aparición de patas de gallo prematuramente
Hay quien no sabe que la piel es lo más parecido a una extensión del hígado y, por ello, es considerada un órgano de desintoxicación de respaldo que proporciona señales cuando el hígado no funciona correctamente.
La sangre nutre la piel y el hígado filtra la sangre. Pero cuando la sangre no se filtra adecuadamente, se produce la inflamación de la piel. Ello da lugar a problemas como eczema, psoriasis, rosácea, acné y arrugas.
Un hígado sano limpia la sangre y proporciona nutrientes a las células de la piel. Pero un hígado que no funciona adecuadamente, o lo hace de manera ralentizada, produce sangre que puede contener contaminantes como patógenos, bacterias y toxinas y es deficiente en nutrientes. El impacto de esto puede afectar a todo el organismo.
Vivimos rodeados de toxinas, por lo que es difícil evitar que el hígado se sobrecargue. Los pesticidas en nuestros alimentos, los metales pesados, los químicos contenidos en algunos productos de higiene y cosméticos, los contaminantes en el agua, el aire, etc. hacen que nuestro hígado trabaje mucho. Patógenos como virus y bacterias también sobrecargan el hígado.
Un estilo de vida poco saludable, donde abundan los alimentos procesados, el azúcar y el exceso de alcohol, perjudican aún más la función del hígado. Y lo mismo sucede con la deshidratación y el estrés (que libera niveles elevados de cortisol).
¿Cómo prevenir las patas de gallo en jóvenes?
Pese a que no es posible prevenir al 100 % la formación de arrugas en esta zona, sí existen formas de evitar las patas de gallo en jóvenes y la aparición prematura de problemas en la piel. Entre los hábitos que conviene incorporar a nuestro estilo de vida para alcanzar este objetivo se encuentran los siguientes:
- Evitar exponerse al sol sin protección (aplicable todo el año).
- Dejar de fumar y no beber alcohol.
- Dormir las horas que el cuerpo necesita y siguiendo una rutina de horario.
- Beber suficiente líquido, preferiblemente té y agua para mantener la hidratación.
- Usar productos de cuidado e higiene a base de ingredientes naturales.
- Llevar gafas de sol en los días soleados.
- Hacer meditación o yoga, cualquier hábito que ayude a gestionar el estrés y alejarlo de nuestra vida.
- Cuidar la dieta para proteger la salud del hígado.
Patas de gallo y otras arrugas: cómo eliminarlas de forma natural
¿Quieres una piel más joven y cuidada? Pon a tu hígado en el centro de tu plan antienvejecimiento y comprométete con elecciones saludables, como:
- Más verduras en tu dieta. Sobre todo, crucíferas, como brócoli, repollo, rúcula y rábanos. Estos contienen compuestos enzimáticos (como glucorafanina o mirosinasa) que apoyan la desintoxicación,
- Pon en tu plato alimentos con alto contenido de azufre, porque ayuda a aumentar los niveles de colágeno. Ello sirve para reparar el daño causado a la piel por las toxinas. Ejemplos de alimentos ricos son cebollas, ajo y yema de huevo. El azufre también tiene propiedades desintoxicantes que favorecen la función del hígado.
- Que no falten en tu mesa los alimentos ricos en antioxidantes. Frutas como bayas, setas y champiñones, cacao y hierbas tónicas como el ginseng o el regaliz, ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación sistémica. Y, para asegurar que tu cuerpo recibe la dosis necesaria cada día, que no te falten los suplementos, como G7 Beauty, que, contiene selenio y vitamina E, además de silicio orgánico enriquecido.
- Limita el consumo de carne y lácteos. Las hormonas y los antibióticos en la carne perjudican a nuestro organismo y alteran el equilibrio del sistema endocrino. Ambos son difíciles de digerir. La carne puede permanecer en sus intestinos por mucho tiempo y causa un crecimiento excesivo de bacterias. En su lugar, es preferible priorizar los vegetales, una decisión que mejora la digestión. Los fitonutrientes aportan propiedades saludables y antienvejecimiento y, por su parte, las nueces y semillas crudas nutren gracias a su alto contenido en grasas saludables.
- Haz ejercicio de manera regular. El movimiento ayuda con la digestión y la eliminación, además de regular hormonas como el cortisol, cuyos niveles se elevan cuando estamos estresados. El ejercicio ayuda a mejorar la circulación sanguínea, lo que facilita tener una apariencia más joven. También activa el sistema linfático, eliminando la hinchazón y las toxinas.
Cuidando tu hígado (y con él la salud de todo el organismo) desde dentro tendrás mucho ganado y, para lograr aún mejores resultados, no te olvides de elegir solo productos con ingredientes naturales para la rutina diaria de higiene y cuidado, como Silicium G7 Original, Silicium Sérum y Elixir Esencial, por su aporte beneficioso a la piel de la cara en el corto y largo plazo; la solución perfecta para prevenir las patas de gallo en jóvenes y mejorar la apariencia de la piel madura.
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