La piel es el órgano más extenso del cuerpo y está formado por tres capas principales: la epidermis, la dermis y la capa subcutánea. Si sabes qué es el pH de la piel, seguramente ya conoces que es producido en la hipodermis, una capa que se encuentra entre las dos más exteriores.
Su función es la de ayudar a la piel a mantener el equilibrio para cumplir su misión, que es proporcionar una barrera protectora contra lesiones mecánicas, térmicas y físicas y sustancias peligrosas. Además, este órgano evita la pérdida de humedad, ayuda a regular la temperatura, reduce los efectos nocivos de la radiación UV, impulsa la generación de vitamina D, ayuda al sistema inmune a detectar infecciones y actúa como órgano sensorial.
La piel no solo es un órgano protector importante, también tiene permeabilidad y, por tanto, transmite componentes al torrente sanguíneo, de ahí la importancia de elegir productos naturales para las rutinas de cuidado y belleza, cuidando siempre que se trate de composiciones que nos ayuden a mantener el pH.
¿Qué es el pH de la piel?
Qué es el pH de la piel y cuál es su función
Ph significa hidrógeno potencial, este parámetro se emplea para medir el nivel de acidez o alcalinidad de una sustancia. Cada parte del cuerpo tiene un nivel de pH óptimo distinto, con valores que se sitúan entre el 1 y el 14, siendo el 7 neutral; por debajo, se considera ácido y, por encima, básico (alcalino).
El pH de la piel mantiene el equilibrio de acidez y alcalinidad óptimo que necesita nuestro organismo. Mantenernos en los parámetros adecuados garantiza una mayor protección frente a agentes externos, como bacterias u otras sustancias tóxicas. Otra de las funciones del pH es la de preservar los niveles de hidratación del cuerpo.
Valores del pH de la piel
El pH varía por zonas
El rango de pH de la piel de la cara y el cuerpo oscila entre 4,7 y 5,75. Rondando el 5, tu piel es ligeramente ácida y es vital que se mantenga en este rango. Cuando no es así su función general se ve afectada, buena parte debido al papel del microbioma de la piel, que prefiere un ambiente relativamente ácido. Además, hay que tener en cuenta que la piel de los pliegues inguinales, de las axilas y de la zona interdigital tiene un pH algo más alcalino, lo que la hace más vulnerable a las agresiones externas.
El pH varía por género
Hay que tener en cuenta que el pH de la piel varía ligeramente entre hombres y mujeres; siendo los primeros quienes presentan una piel más ácida. Esto podría deberse a una función inmunológica mejorada en las mujeres y diferencias en la colonización de la piel entre hombres y mujeres.
El pH varía por edad
El nivel de pH de nuestra piel cambia al alcanzar la madurez, un momento en que la piel se vuelve más sensible. Esto lo notamos por la mayor facilidad con que se irrita o sufre de reacciones. La piel también empieza a dar signos de estar más alcalina con la edad, principalmente para las mujeres en la etapa de la menopausia.
El pH varía en función del tipo de piel
El tipo de piel incluso puede afectar el pH, ya que la piel grasa tiende a ser más ácida (el sebo en sí mismo es bastante ácido). Así, encontramos que el pH de la piel seca supera el 5,5 mientras que el valor que alcanza la grasa se fija entre 4 y 5,2.
Importancia de conocer el pH de la piel
Qué sucede si se produce alteraciones en el ph
No es necesario medir el pH para tener una piel sana, además, de hacerlo, comprobaríamos que sus niveles varían. La falta de constancia de los resultados guardarían relación con nuestros hábitos (sueño, dieta y productos en contacto con la piel afectan estos valores).
El pH de la piel también puede ser afectado por aquello con lo que entra en contacto, como el aire, los productos para el cuidado de la piel o hasta el agua. El efecto de una sustancia que tiene un pH diferente (ya sea ácido o alcalino) influye en la piel que, por suerte, tiene una capacidad impresionante para recuperarse. Sin embargo, si estos cambios son demasiado importantes o si suceden de manera demasiado constante, entonces pueden aparecer los problemas.
Por ello, es importante ser conscientes de que el pH tiene un gran impacto en la función de barrera de la piel, la retención de humedad y sus microorganismos. Esto significa que, si los hábitos o los cambios provocan que el pH de la piel se vuelva demasiado alcalino, la capa de lípidos de la piel puede verse comprometida, lo que resulta en una mayor sequedad o incluso problemas de hipersensibilidad o irritación.
Mantener el pH en su nivel ideal ayuda a tener una piel más saludable y libre de problemas que puedan deteriorar su estado. Ejemplo de ello serían los relacionados con las bacterias que causan el acné. Y es que hablar del pH de la piel también es hablar del manto ácido. El manto ácido es la película de acidez que protege la piel y es en realidad la mezcla de su sebo natural (aceite) y sudor. Esta acidez es una parte vital de la función protectora de la piel porque ayuda a inhibir el crecimiento de patógenos. El motivo es que las bacterias tienden a desarrollarse mejor en ambientes alcalinos.
Cómo mantener el pH equilibrado
La forma de lograrlo comienza por saber reconocer las señales que el pH de la piel se encuentra desequilibrado. Hay varios signos que alertan de que esto sucede, como:
- Condiciones inflamatorias de la piel. El eccema es una de las afecciones de la piel que indican un desequilibrio. Lo mismo sucede con el acné, como ya hemos comentado o, la rosácea. Estas condiciones tienen un factor en común: la inflamación. El impacto del pH en el microbioma de la piel, puede hacerla más susceptible a la inflamación. Como resultado, vemos que aparecen dermatitis, alergias, caspa, úlceras, hongos, infecciones o una aceleración del envejecimiento de la piel.
- Piel seca y tirante. Cuando el pH de la piel es demasiado alcalino, detiene la capacidad de la piel para retener agua. Su función de barrera de la piel es esencialmente su capacidad para mantener la humedad, y cuando se ve comprometida, se produce la pérdida de agua a través de la epidermis (la capa superior de la piel) y se evapora en el aire.
- Aumento de la sensibilidad. La piel sensible es causada por una función de barrera de la piel permanentemente comprometida y que guarda estrecha relación con el pH.
Como cabe imaginar, muchas afecciones y problemas comunes de la piel pueden rastrearse o vincularse con el pH.
Cómo conocer el pH de tu piel ayuda a cuidarla y cómo mantenerlo
Un pH ácido es óptimo para la renovación celular adecuada, la hidratación y la función de barrera de la piel, ayuda a mantener la piel equilibrada, saludable y radiante. Cuando no presenta este aspecto y se detectan algunos de los indicios mencionados, hay que buscar formas de equilibrar el ph.
Los remedios naturales consiguen restaurar el equilibrio, al brindarle a la piel los nutrientes y minerales que necesita. Este aporte llega a través de los antioxidantes presentes en frutas y verduras (especialmente las bayas y las verduras de hojas verdes oscuras). Puede potenciarse su efecto beneficioso bebiendo agua para mantener la hidratación, con al menos ocho vasos de agua al día.
Otras formas de proteger el equilibrio que aplican quienes saben qué es el pH de la piel son:
- Evitar usar agua demasiado caliente al ducharse, lavarse la cara o las manos, para prevenir el daño que provoca a los lípidos naturales.
- Limitar la duración de las duchas. La razón es que el pH del agua es más alto que el de la piel y puede influir en él afectando afectar la función de barrera de este órgano, sobre todo si el contacto tiene lugar repetidamente y con una exposición demasiado prolongada.
- Tratar de no usar productos que contengan sulfatos. Quizás una de las razones más comunes por las que se alteran nuestros microbiomas y el pH es que los jabones fuertes y los sulfatos tienen un pH muy alcalino.
- No excederse con la exfoliación ya que se corre el riesgo de dañar la capa de sebo natural de la piel, que es un elemento clave para el manto ácido.
Ahora que ya tienes claro qué es el pH de la piel, cómo varía y qué le afecta, puedes tomar decisiones que te ayuden a mantener su equilibrio eficazmente. Por ejemplo, nutriendo el microbioma para lograr un pH constante y uniforme.
También logras ese resultado empleando productos de belleza, higiene y cuidado naturales y específicos, como el Silicio, que eleva el nivel de protección de la piel ayudando a mantener su salud y belleza, con efectos beneficiosos que se extienden también a uñas y cabello. Para experimentar sus ventajas, puedes incluir en tus rutinas de belleza y cuidado una crema de Rosa Mosqueta, con la que aportar un plus de hidratación y luminosidad a la piel, y G7 Beauty, complemento alimenticio ideal para la piel, cabello y uñas.
No hay comentarios
Deja un comentario