El selenio es un nutriente esencial para nuestro organismo que podemos encontrar en todas las células del cuerpo.
Concretamente es un micronutriente o lo que se conoce como elemento traza; es decir que, siendo indispensable, es un oligoelemento o nutriente que se necesita en cantidades o concentraciones muy pequeñas.
Para ser exactos, se requieren unos 55 µg de selenio al día, tanto para hombres como para mujeres.
Pero, ¿qué funciones cumple el selenio, qué propiedades tiene y cómo asegurar los beneficios de este oligoelemento?
Selenio: propiedades y características
El selenio es vital para el funcionamiento normal de nuestro metabolismo. Se trata de un micronutriente clave, por ejemplo, para el buen funcionamiento de la tiroides y el sistema reproductivo.
También es importante para la protección frente al daño ocasionado por radicales libres. Esto es así porque el selenio participa en la producción de enzimas antioxidantes que previenen el daño celular.
Dicho de otra manera, el selenio tiene propiedades antioxidantes. De hecho es uno de los beneficios más importantes que aporta.
Si hablamos de selenio, propiedades y beneficios, no podemos dejar de mencionar la función inmunológica de este oligoelemento, que también ejerce un papel protector frente a infecciones.
Así, el mantenimiento de unas concentraciones óptimas de selenio en el organismo, gracias a su capacidad protectora frente al estrés oxidativo, podría prevenir la inflamación crónica y las patologías cardiovasculares.
Además, diferentes estudios han sugerido que la suplementación con selenio podría reducir la incidencia promedio de ciertos cánceres, como el cáncer de hígado en relación con la infección viral de hepatitis B o el cáncer de próstata en hombres.
Por otro lado, se cree que los niveles bajos de selenio podrían contribuir a un incremento del riesgo de sufrir deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
¿Qué provoca la falta de selenio?
Los bajos niveles de selenio se han asociado con efectos contrarios a los vistos en el apartado anterior. Es decir, mayor incidencia de ciertos cánceres, incremento en la pérdida de funciones cognitivas, mayor vulnerabilidad frente al daño oxidativo…
Ahora bien, aunque el déficit o carencia de selenio como tal es poco frecuente, en ciertos casos ocurre y puede dar lugar a problemas específicos que pueden llegar a ser graves.
Cuando el aporte de selenio al organismo es insuficiente puede desarrollarse la enfermedad de Keshan, una patología infecciosa, de origen vírico, que afecta al miocardio (las paredes del corazón).
Otra enfermedad que puede aparecer como consecuencia del déficit de selenio es la enfermedad de Kashin-Beck, que afecta a las articulaciones y los huesos.
Además, si el déficit de selenio se padece conjuntamente con una carencia de yodo puede favorecer la ocurrencia de hipotiroidismo.
Afortunadamente, en estos casos la suplementación con selenio como tratamiento suele ser suficiente para alcanzar una recuperación total.
Los suplementos con selenio también ayudan a prevenir la miocardiopatía ocasionada por la enfermedad de Keshan, pero no la curan una vez desarrollada.
Fuentes de selenio: alimentos y suplementos
El selenio está presente de forma natural en muchos alimentos. Ahora bien, aunque se encuentra en diferentes grupos de alimentos, su cantidad o concentración varía entre unos y otros.
Las concentraciones más altas de selenio las encontramos en carnes, vísceras, mariscos y cereales.
También podemos incorporar este micronutriente al organismo mediante la ingesta de frutas y vegetales, aunque por lo general la concentración de selenio en este tipo de alimentos es baja.
Por otro lado, es posible incorporar selenio a la dieta mediante suplementación.
Si bien podemos obtener las cantidades necesarias de este oligoelemento a través de nuestra nutrición, los suplementos con selenio son especialmente recomendables cuando existen inconvenientes o impedimentos para lograr un aporte adecuado mediante la ingesta de alimentos.
También son adecuados en determinadas circunstancias de salud que pueden interferir con la obtención de suficiente selenio a partir de la alimentación. Por ejemplo:
- Cuando se siguen dietas restrictivas;
- Si sólo se consumen alimentos cultivados en suelos con un contenido en selenio pobre;
- En personas con VIH;
- O en el caso de pacientes que se someten a diálisis.
Aunque el déficit de selenio propiamente dicho es poco frecuente, según el estudio científico ANIBES, de la Fundación Española de la Nutrición, el 25% de la población europea presenta ingestas inferiores al 80% de las cantidades diarias recomendadas de selenio.
Es decir, aunque no hablemos de déficit, existe un porcentaje considerable de la población que no alcanza un aporte óptimo de selenio mediante su dieta y presenta una carencia subclínica.
A pesar de ser una situación leve, la relevancia de esa carencia subclínica se puede apreciar cuando se suplementa con selenio, pues tiene lugar la mejoría de la persona afectada.
Por tanto, en muchos casos puede ser conveniente complementar la dieta con un suplemento o complejo que contenga selenio.
Un ejemplo de este tipo de formulaciones es G7 Beauty, un complemento alimenticio que, además de selenio, contiene silicio orgánico y vitamina E.
El enriquecimiento con vitamina E es especialmente interesante porque potencia el efecto antioxidante del selenio.
Otro suplemento idóneo para mejorar nuestros niveles de selenio es Orgono Articomplex, que también incluye en su composición ingredientes beneficiosos como silicio orgánico, zinc, vitamina C y magnesio, entre otros.
¡Esperamos haberte ayudado a comprender la importancia del selenio y sus propiedades!
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