Pedro Pablo Nolet, ex campeón de España de atletismo, atleta olímpico, nos explica su testimonio:
Después de casi 8 años arrastrando una tendinitis crónica en ambos tendones de Aquiles, tuve la desgracia de que uno de ellos se rompiera totalmente. A partir del año de 1995 empecé a tener pequeñas molestias, pero bastante soportables al principio. Lógicamente cada año la tendinitis iba a más pero podía salir del paso con descanso y hielo. Al intensificar los entrenamientos fue cuando ya vi que las molestias eran más graves, al despertar por la mañana cojeaba, y al enfriarme después de correr también sentía muchas molestias.
En el año 1999 empecé a tomar corticoides orales para aliviar las molestias. Incluso decidí inyectarme la cortisona en el glúteo pero con poco efecto. Un año más tarde en una competición muy importante (Campeonato del mundo) me jugaba el puesto en el campeonato de España y lógicamente económicamente, mi estado de forma era bastante bueno pero tenía muchas molestias en el tendón y una sensaciones de debilidad y dolor. Decidí infiltrarme directamente al tendón de Aquiles un corticoide con buenos resultados ya que en un espacio breve de 15 horas ya no notaba ningún tipo de dolor, estaba totalmente enmascarado por esta sustancia que realmente lo que hace es esconder el problema temporalmente pero no regenera y apenas desinflama. Pude competir en ese campeonato del mundo pero el efecto duro solo 5 días.
Después de un año y medio en una competición local en la prueba de 200 metros en la primera fase de la carrera note como una pedrada en el tendón y me caí al suelo fulminado. Pensando que me había tropezado cuando me di cuenta que en realidad tenía el tendón totalmente roto. Todo fue consecuencia lógicamente del abuso de corticoides que con el tiempo fueron cristalizando y degenerando el tendón hasta el punto de llegar a romperse.
Dos años después de operarme el tendón empecé a notar dolores en el otro tendón y molestias típicas de tendinitis pero esta vez no quise volver a cometer el mismo error y decidí tomar otras alternativas más naturales.
Empecé a tomar un producto totalmente natural llamado Orgono Recovery Supplement tanto bebible como en compresas. El efecto no fue tan inmediato, sino a medio plazo. La acción de ORGONO ha sido en la causa del problema, es completamente seguro y no tiene efectos secundarios. Tenía prisa por comprobar los resultados y a partir de los dos meses ya note resultados muy positivos, disminución de molestias y dolores al correr y una mayor elasticidad y fuerza reactiva en el tendón que durante años había limitado mi carrera.
Orgono Recovery Supplement realmente ha hecho que mis tendones se hayan regenerado y están sanos, los noto mucho más elásticos y por tanto fuertes y resistentes. Por mi experiencia con este producto a partir de los 2 meses es cuando se nota mejoría sustancial y 3 meses es y evidente la mejora, utilizando el gel localmente aplicado directamente o en compresas y a la vez tomado vía oral.
Pedro Pablo Nolet
María de Jesús, atleta:
“María de Jesús (33 años), deportista de alto nivel, se había inscrito para correr en el famoso Maratón de las Arenas, considerada como la prueba pedestre más dura del mundo: 220 kilómetros a pie en el desierto en pleno día, con temperaturas sobrepasando a veces los 50°C, y llevando una mochila con un peso de 15 kg conteniendo todo lo necesario para el período de tiempo de la carrera, o sea una semana. Un mes antes de la salida de la carrera (prevista para el 29 de marzo de 1998), María tuvo una grave caída, causando un importante esguince de tobillo, de la rodilla y una luxación de la cadera. El hospital le informa el 28 de febrero que no estará en condiciones de andar normalmente antes de mediados de mayo, y que debe cancelar su participación. Dos días más tarde, informada por amigos portugueses de la existencia del silicio orgánico, decide hacerse un tratamiento. Son las 20 h 45, y se le aplican inmediatamente cataplasmas sobre las articulaciones doloridas. A las 21 h, está en condiciones de andar normalmente. Al día siguiente, reinicia los entrenamientos. El 29 de marzo, en el Sahara marroquí, 500 competidores (entre los cuales 41 mujeres) representando a 30 países están en la línea de salida. Entre ellos, está María. A título de agradecimiento, se pone en su camiseta, su gorra, su short y su mochila unas bandas de color anaranjado a la gloria del Silicio orgánico, «The Unknown Method to Fast Recovery». Maria realizará la carrera en 37 horas 3 minutos y 35 segundos, y terminará en 227 posición en la clasificación general (primera de las mujeres británicas)”.
Paul Leverdier:
“Paul Leverdier es un técnico de 40 años que trabaja en la piscina del Hospital General de Jersey. Es un atleta de triatlón, parco en palabras, que trata a sus pacientes en el agua. A principios de este año, sufría una tendinitis crónica del talón de Aquiles, con dolor permanente e incapacitante causado por el sobreentrenamiento. La tendinitis de Leverdier duraba desde hacía seis meses y afectaba considerablemente a todo lo que se refería a la parte de carreras y al ciclismo de sus pruebas de triatlón. Un colega quinesiterapeuta del hospital había intentado curar la tendinitis con ayuda de ultrasonidos y fricciones (masajes del tendón). Al cabo de seis meses, el problema duraba tanto tiempo que Leverdier comenzaba a prever de mala gana que debía tomar un largo descanso. En febrero, después de haber encontrado al Dr. Le Ribault, promotor del silicio orgánico, Leverdier aplicó una gasa empapada de silicio orgánico en la parte del tendón y dejó éste toda la noche. Antes, cuando comenzaba a correr y coger velocidad, el dolor era tal que cojeaba. La mañana que siguió a la primera aplicación, el dolor había desaparecido y el tendón dejó de tener las gruesas serosidades que lo entorpecían antes. Siguió el tratamiento durante dos noches, curándose esta vez los dos tendones. Ahora, cinco meses después del tratamiento, Leverdier parece estar curado completamente de la tendinitis y consigue en triatlón unos tiempos de los cuales hubiera estado orgulloso cinco años antes”.
«El silicio orgánico se debe aplicar en gel 3-4 veces al día en la zona afectada, mediante una capa fina, dejar que la piel lo absorba y al cabo de 15 minutos, masajear el sobrante. Si las lesiones son antiguas o se reproducen con frecuencia, sería de mucha ayuda para reforzar el tejido conjuntivo, tomarlo por vía oral 3 veces al día.»
Paul Leverdier