El suplemento mineral que te puede ayudar en muchas dolencias

1- ¿padeces de uñas quebradizas, blandas o frágiles?
2- ¿estás sometido a grandes esfuerzos que te provocan tendinitis, esguinces, rotura de fibras musculares o problemas en cartílagos?
3- ¿Has sufrido de brotes de artritis o artrosis incluso hernias de disco?

Recientes estudios apuntan a que muchos de estos síntomas deberse a una carencia de silicio, un elemento básico en nuestro metabolismo, aunque aún no goza de la consideración que merece en el ámbito clínico.

Se sabe que en los problemas articulares, artritis, artrosis y en la incidencia de lesiones en individuos sometidos a fuertes esfuerzos físicos, esta carencia de silicio es en ocasiones un factor desencadenante[1].

Estudios científicos[2] muestran que la carencia de silicio provoca deformidades en los huesos y cartílagos en los animales estudiados y que el aporte de silicio en estos animales con carencias soluciona estas deformidades, volviendo los huesos y cartílagos a su estado normal[3].

Que falta en los cultivos modernos y como afecta a nuestra dieta.

El cultivo intensivo de vegetales, granos, legumbres con abonos sintéticos, plaguicidas y herbicidas, etc., ha reducido considerablemente la flora microbiana del humus que se encarga de solubilizar el silicio del suelo para las plantas. Este es un hecho preocupante y reconocido por todos los agrónomos. Las plantas actuales por lo tanto tienen menos silicio, por ello sus cutículas son más débiles y vulnerables a las plagas, lo que se ha comprobado en ensayos. Los tratamientos con plaguicidas para acabar con ellas perjudican aún más a la flora del humus.

El silicio se encuentra principalmente en las partes fibrosas, que hoy en día se consumen en pequeña cantidad. De aquí arrancan otros problemas como la constipación, diverticulosis, hernias e incluso cáncer de colon. Además, la poca fibra que se toma contiene menos silicio que la de siglos pasados.

Por todo ello las dietas actuales del mundo moderno contienen mucho menos silicio que las antiguas, y menos que las dietas de países menos desarrollados, lo cual te puede acarrear carencias de este elemento. El hombre está condicionado genéticamente a dietas que tienen como mínimo diez veces más silicio que las actuales.

Los actuales hábitos alimentarios, propician un medio intestinal muy pobre en gérmenes favorables, como son las bacterias lácticas, que deberían activar la solubilización del silicio.

Otros síntomas producidos por la carencia de silicio

Ello según muchos autores se puede corregir con una suplementación en silicio en forma asimilable.

Asimismo, según profesor Forrest Nielsen[4], el silicio es beneficioso en los siguientes campos:

• influye en la formación del hueso y de los cartílagos.
• Influye en la salud cardiovascular
• Influye en la salud de cerebro
• Imprescindible para la formación de colágeno. Activa la prolilhidroxilasa
• Imprescindible para la calcificación y la formación del hueso
• Necesario para la formación de los cartílagos. Presente en los glicosaminglicanos

¿Como podemos solucionar esta carencia crónica?

Muchos profesionales de la medicina se han concienciado de este problema y están prescribiendo una toma diaria de silicio asimilable para paliar estos problemas. Siempre se debe elegir un suplemento eficaz, absorbible, muy asimilable y sin efectos secundarios. El Dr. Loïc Le Ribault fue el primero en difundir y fomentar la toma oral de silicio puro en los años 90[5] y actualmente sus fórmulas se comercializan con gran eficacia en sus resultados. Productos como SILICIUM G5 ORIGINAL el líquido en botella de litro o G7 Activ+ en cápsulas aportan la cantidad de silicio necesaria tratando eficazmente el origen de dichos problemas.