mujer adulta dando un paseo por la montaña en otoño

Nacemos y no paramos de movernos. Empezamos gateando para luego caminar, trabajar, ir de aquí para allá e incluso practicar algo de deporte. Esto conlleva un desgaste físico diario que varía según nuestra condición y estilo de vida. Con el tiempo siempre hay consecuencias: dolores de rodilla, molestias en la muñeca… ¿Te suena? No solo ocurre en la vejez, así que nunca es pronto para empezar a contrarrestarlo con un aporte adecuado de vitaminas para los huesos y articulaciones.

¿Sabes cuáles son las más importantes y cómo puedes obtenerlas? ¡Aquí te traemos la respuesta!

¿Qué vitaminas para los huesos y articulaciones necesitas?

Los huesos constituyen el soporte que da forma al cuerpo y protege los órganos. La zona de unión entre ellos es lo que se conoce como articulación, en la que encontramos ligamentos, tendones, cartílago y un componente fundamental: el colágeno. En conjunto con los músculos, todo ello forma el sistema musculoesquelético, gracias al cual nos movemos.

Las vitaminas, junto a los minerales, participan activamente en su funcionamiento y mantenimiento:

  • Vitamina C. Estimula la producción de colágeno, regenerando así los tejidos.
  • Vitamina D. Facilita la absorción intestinal de calcio.
  • Calcio y fósforo. Intervienen en múltiples procesos que rodean a la salud ósea y articular.
  • Silicio. Favorece la síntesis de elastina y colágeno, lo que explica los diversos beneficios del silicio orgánico.
  • Magnesio. Mejora la absorción de silicio y de otros nutrientes en los huesos, contribuyendo así a su mantenimiento y a la regeneración y fortalecimiento del cartílago articular.
  •   Azufre. Participa en la formación de queratina y también de colágeno.

Estos son los minerales y las vitaminas más destacables, pero no son los únicos. La vitamina E mejora la protección del cartílago y la vitamina A ayuda al desarrollo normal de los dientes y el tejido esquelético. Así mismo, otros minerales como el selenio, el zinc, el cobre y el manganeso participan igualmente en la conservación de huesos y articulaciones.

¿Por qué son importantes?

Diariamente nuestro sistema osteoarticular se deteriora. Sufre un desgaste que se intensifica con la edad, la obesidad, el sedentarismo o la práctica de ejercicio físico intenso. Todo ello son factores de riesgo para el avance de enfermedades como:

  • Artritis (inflamación de la articulación) y artrosis (lesión del cartílago articular).
  • Fractura ósea: el hueso se agrieta, se parte o se astilla.
  • Osteoporosis: el tejido óseo se vuelve frágil y los huesos se rompen con facilidad.
  • Osteomielitis: se infecta el hueso, normalmente tras una lesión o traumatismo.
  • Lumbalgia: se compromete la estructura musculoesquelética de la zona inferior de la columna vertebral.
  • Lesiones por movimientos repetitivos: aparece dolor e hinchazón en una parte del cuerpo sometida a un esfuerzo constante y elevado.
  • Esguinces: los ligamentos se estiran de forma excesiva o se desgarran parcialmente.

Ser jóvenes no nos hace exentos de padecer estas patologías. Por tanto es fundamental seguir unos hábitos saludables de vida y una alimentación que asegure un correcto aporte de minerales y vitaminas para los huesos y articulaciones.

¿Cómo puedes aportar esas vitaminas para los huesos y articulaciones?

1. Cuida tu alimentación

Prioriza frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos, proteína animal magra y cereales integrales. De esta manera alcanzarás las ingestas mínimas recomendadas de vitaminas necesarias para tus huesos y articulaciones.

Ten en cuenta una cosa. La forma en la que cocinas los alimentos influye directamente en la disponibilidad de estos nutrientes. Opta siempre por el horno o la cocina al vapor.

Por otra parte, huye de los ultraprocesados. Componentes como los azúcares, los carbohidratos refinados, las grasas saturadas o las tipo trans tienen acción inflamatoria y pueden acelerar el desarrollo de enfermedades como la artritis.

¡Ah! Y recuerda que para evitar un déficit de vitamina D debes exponerte al sol moderadamente. Es la principal vía que tenemos para estimular la síntesis de este compuesto tan esencial.

2. Considera la suplementación

Aunque cuides tu alimentación, muchas veces tu cuerpo necesita un plus en función de tu condición clínica y nivel de actividad. Ejercitarte intensamente desgasta tus huesos y articulaciones, pero si llevas una vida sedentaria se “oxidan” y al final la consecuencia es la misma: se deterioran progresivamente por muy bien que te alimentes.

Además, los confinamientos actuales por la pandemia de la COVID-19 han provocado que nos movamos menos y que comamos peor. Así lo han demostrado los resultados de una encuesta online internacional que desarrolló un grupo de científicos.

Por ello en Silicium queremos recordarte que cuentas con G7 Activ+. Un suplemento vitamínico que contiene silicio orgánico en sinergia con magnesio y vitamina C. Con ello podrás superar esta pandemia con tus huesos y articulaciones más fuertes que nunca.

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